Baklawa






Estamos ante una elaboración muy querida y disputada, informaciones varias lo sitúan en distintos puntos de la geografía teniendo entre ellas muchas similitudes en la preparación que os paso a comentar.
Como sucede en todas las elaboraciones, los principios de estas o sus orígenes culinarios en muy pocas ocasiones se asemejan a lo que realmente conocemos en la actualidad, el baklava es buena prueba de ello.
Es un postre muy antiguo que tuvo su origen en la antigua Mesopotamia donde se cree que los Asirios crearon la forma de añadir capas de pan una encima de otra añadiendo nueces y miel para después hornearlo.
Es citada la elaboración en un libro de recetas con nueces de Mesopotamia y lo describe Muhammad bin Hasan al-Baghdadi  en su libro de cocina en el siglo XIII como un postre bizantino. Los periodistas gastronómicos Claudia Roden  y Andrew Dalby no encuentran ninguna prueba en fuentes árabes, griegas o bizantinas anteriores al Imperio Otomano que den autenticidad a la afirmación de  “bin Hasan”.
Hay varias etnias reclaman como propio el postre aunque los datos más claros sitúan su elaboración en las cocinas de Asia central siendo este de origen turco. Principalmente aquí habría una contradicción pues Turquía no estaría dentro de la zona central y si en la occidental, como Azerbaiyán, teniendo este país a mi entender una preparación muy parecida a la turca, el “Bak pakhlavasi”, aunque con ciertas diferencias.
Como habéis visto ya sea en la antigua Mesopotamia como en Asia central lo que está claro es que estaba presente esta preparación entre las elaboraciones de la zona aunque las informaciones provengan de situaciones geográficas diferentes.
También hay varias informaciones sobre el origen etimológico de su palabra que os paso a comentar.
La palabra Baklava en un principio proviene del turco aunque esta palabra en árabe provenga de “baklavi” que significa “nueces”. Así pues, las escritoras gastronómicas Engin Akin y Myrsini Lambraki afirman que la palabra ha pasado a formar parte del árabe a partir del turco. No es así lo que comenta Paul D. Buell, profesor e historiador, que argumenta que su etimología es de origen mongol teniendo como base la palabra “baγla” (envolver, ligar)  y siendo citada con anterioridad una elaboración parecida en un libro de cocina chino escrito en 1330 bajo la dinastía Yuan.
Según Buell, los turcos añadieron la –v a la actual palabra conociéndose así en todas las cocinas.
Como curiosidad, hay cierta similitud entre las palabras, Baklava y Bak pakhlavasi (anteriormente citado), y no sería de extrañar que hubiera derivado una de la otra.
Su elaboración con respecto a cualquier otra que se realizara en la antigüedad es también objeto de discusión. El parecido con lo que conocemos como baklava reside en la manipulación de la pasta que se alisa de tal manera que se crean hojas muy ligeras y que tanto griegos como turcos hacen suya.
Varios pueblos han aportado ingredientes que antes no tenía, como son el agua de rosas, los clavos, el cardamomo,… siendo turcos, árabes o bizantinos esos pueblos.
Está claro, como he dicho al principio, que el baklava es tan querido como disputado y tenemos que tener presente que su degustación es de esas que dejan recuerdo. Un refrán turco hace referencia a su consumo, y dice así:

Borç bini aştıktan sonra baklavaye, börek ye o Her öğün baklava börek olsa yenmez!

En resumidas cuentas, “si uno come todos los días baklava acabará harto”, así que mejor tenerlo en el recuerdo y saborearlo como se merece.

Espero que sea de vuestro gusto.








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2 Notas:

Chez Lola dijo...

Muy interesante! Reconozco que esta muy bueno, pero suele ser taaan dulce que con un trocito mw conformo. Gracias por la documentación del plato. Feliz semana

Yuseppe dijo...

Gracias a ti por pasar y comentar. Me alegra que te guste aunque sea un poquito.
Un saludo.

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