Hierbas aromáticas - Introducción / El laurel

A partir de este jueves llega un nuevo capítulo, las hierbas aromáticas.
Con el no pretendo descubrir a nadie lo que ya esta descubierto sino incidir en su importancia en la cocina y acercarnos a ella de forma que podamos apreciar lo que tenemos delante no limitándonos a saber solo su nombre. Es muy importante conocerlas ya que con un uso adecuado podremos aportar a nuestras elaboraciones un toque diferente.
Ahora paso a exponer una muy breve introducción:

Antes de que el hombre conociera el fuego conoció las hierbas. Estas proporcionaban a la carne cruda un sabor diferente y seguramente les eliminaban las molestias gástricas que la carne ocasionaba.
Llegó el fuego y con él se aprovechó todo el potencial que las hierbas podían ofrecer aportando sabores más intensos. A medida que se recogían las hierbas se iban incrementando teniendo un amplio conocimiento sobre ellas.
Cuando se inventó la escritura, esta dio pie a copiar el saber que había pasado de generación en generación quedando de forma testimonial todo el conocimiento y uso tanto en el arte de cocinar como en otros campos.
Hay un gran abanico de hierbas aromáticas muy extendidas por todo el planeta, las hay de sabores intensos o suaves, frescas o secas, pequeñas o grandes, pero siempre hay un uso o usos para todas ellas.
La conquista de tierras llevó a que su extensión fuera más grande, hierbas autóctonas de otros lugares se descubrían y se difundían al volver a casa haciendo más grande el herbolario.
Su uso culinario, como ocurre con las especias, era muy variado pudiendo utilizarlas como espesante, como saborizante, extrayendo sus aceites, secándolas,... todo tenía un proceso para que las hierbas pudieran intervenir en su justa medida aportando su esencia a los platos.
Hoy en día está casi todo descubierto aunque siempre hay alguna que nos puede dar una alegría y revolucionar un poco más, si cabe, nuestra manera de cocinar con ellas.
Hasta aquí llega esta introducción que seguiremos cada semana para mostrar las hierbas que mas conocemos y otras que no tanto.





Cuenta la mitología que Eros, dios griego del amor lanzo una flecha a Apolo para que se enamorase de Dafne, hija de Peneo. El propósito era vengarse de Apolo por burlarse de la destreza con el arco de Eros y hacer que Dafne desdeñara a Apolo. Ella imploró ayuda a su padre, dios del río, y la transformó en árbol, el laurel, que a partir de ese momento sería sagrado para Apolo que arrancó dos ramas y se hizo una corona de laurel, símbolo de la victoria.
Victoriosos, generales y emperadores de la antigua Roma se coronaban con laureles y ha sido una costumbre que con el paso del tiempo ha llegado a nuestros días de la mano de los atletas siendo en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 la última vez que fueron coronados.
Este árbol es originario de la cuenca mediterránea siendo cultivado en grandes macetas en los climas más templados ya que no soporta el frío, solo unos pocos grados bajo cero, que hace que se dañen sus hojas. Estas son de un sabor muy acentuado siendo intensas y teniendo una duración después de su recolección de aproximadamente un año, a partir de esta fecha pierden condimentación. Su utilización siempre es en su estado más seco.
Su sabor aromático la integra dentro de un condimento básico de hierbas aromáticas muy utilizado en las preparaciones culinarias que se llama, "Bouquet garní". Su uso en la cocina se destina, sobre todo, a macerar o marinar y conservar, por ejemplo carnes.
Es una hierba de mucho simbolismo tanto en la cocina como fuera de ella y utilizada por países como parte de su escudo, entre ellas México.
Obviamente también forma parte de aquellas hierbas con propiedades medicinales mejorando las dolencias gástricas, nefríticas e intestinales.
Otra prueba más de que nunca sabemos lo suficiente y que nunca será malo informarse pues gracias a esa curiosidad ganaremos en conocimientos.

Espero que sea de vuestro gusto.



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2 Notas:

Chez Lola dijo...

Me encantan estas entradas cocinero, mi madre tiene un arbol del laurel que apenas tiene que cuidar y cuando nos queremos llevar a casa cortamos unas ramas :) un besote y sigue con la investigacion.

Yuseppe dijo...

Gracias por el comentario Lola, anima mucho!
Ya sabía yo que estas entradas te gustarían, no se porque jejejejeje.

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